I Encuentro online
de médicos humanistas
Diseñando
la medicina
que queremos
Presentación
I Encuentro online de médicos humanistas
El Pensamiento Integrador en Medicina
Vivimos en la era del pensamiento polarizado, un mundo que separa y lo etiqueta todo. Parece que sólo se puede elegir entre ser de derechas o izquierdas, ricos o pobres, exitosos o fracasados, elegir entre el blanco o el negro.
¿Dónde está la amplia paleta de colores y el camino de en medio? La vida no es una carrera de buenos y malos. Afortunadamente, es más rica, sabia y conciliadora de contrarios de lo que propugna el pensamiento único.
Los humanos tenemos la capacidad de afrontar la dicotomía entre dos conceptos en lugar de elegir uno a expensas del otro, y a partir de dos ideas crear una mejor. Siguiendo este hilo de pensamiento hemos creado Conversaciones con Hipócrates. Este Primer Encuentro Online de Médicos Humanistas nace de un propósito de conciliación, de aprovechar la riqueza de dos modelos: la medicina convencional y la medicina natural.
El pensamiento integrador es un patrón mental tremendamente potente. La habilidad para combinar saberes impacta positiva y directamente en los resultados de cualquier actividad humana.
El mundo está cambiando a marchas forzadas. Tenemos la inmensa suerte de que entre nosotros circula un gran capital de conocimiento que nos puede hacer crecer, alcanzar metas insospechadas. En medicina no debemos renunciar a nada. El desarrollo tecnológico y la ciencia pueden caminar de la mano de la medicina humanista.
Ya lo dice un sabio proverbio africano: “Solos iremos más rápido, pero juntos llegaremos más lejos”. Esta sentencia refleja muy bien el espíritu que guía la organización de este foro de debate y pretende ampliar la visión reduccionista de la salud. Entre todos podemos hacerlo. Sólo nos falta el coraje de atrevernos.
Existe una inspiradora leyenda de la cultura cherokee que habla de la tensión entre dos fuerzas internas a la hora de emprender una nueva aventura. Un abuelo le cuenta a su nieto que dentro de nosotros habitan dos lobos en permanente lucha: el miedo y el coraje.
Y el nieto le pregunta: “¿cuál de ellos gana?”
“El que alimentas, hijo, el que alimentas”, responde el abuelo.
Con el Encuentro online de médicos humanistas aspiramos a crear un espacio de debate anual en el que los médicos de diferentes ámbitos sanitarios reflexionen y diseñen la medicina que queremos y que demanda la sociedad, en el que se establezca un diálogo respetuoso entre dos universos que nunca debieron estar desconectados.
En estas jornadas hablaremos de las características del actual modelo sanitario, del compromiso de muchos médicos con un nuevo paradigma que nos permita abrazar al mismo tiempo la medicina natural y la convencional, y de la aportación de las nuevas tecnologías a la práctica médica. No olvidaremos tampoco resaltar el papel de los médicos en la educación de los pacientes para que estos se hagan corresponsables de su propia salud.
Habrá conferencias sobre la importancia del uso de las nuevas herramientas tecnológicas para ayudar al médico a avanzar en su camino de la atención al paciente sin dar la espalda al lado humano, y sobre la ciencia que se hace preguntas. Sin dudas, no hay ciencia.
En definitiva, un espacio de dialogo para transitar del pensamiento único al pensamiento integrador.
Seáis todos bienvenidos a Conversaciones con Hipócrates.
Labo’Life, impulsora de este espacio de debate y reflexión.
www.labolife.com
*Reservada a médicos, farmacéuticos y profesionales sanitarios con alguna titulación en Ciencias de la Salud.
Conferenciantes
Vídeos
Día 21 de enero 2021
Día 22 de enero 2021
INAGURACIÓN Y ENTREVISTA Dr. VÍCTOR MONTORI
ENTREVISTA DR. ANTONI SITGES
conferencia Dr. JOSÉ IGNACIO TORRES
CONFERENCIA SR. PEDRO RODRÍGUEZ
conferencia DrA. CAMINO DÍAZ
conferencia Dr. MANUEL ANTONIO FERNÁNDEZ
conferencia DrA. JOSEPA RIGAU
conferencia DrA. CRISTINA FERNÁNDEZ
MESA REDONDA
MESA REDONDA
Conclusiones
I Encuentro online de médicos humanistas
Caminar Hacia una Medicina de Presencia e Integradora
El I Encuentro online de médicos humanistas reunió, los días 21 y 22 de enero de 2021, a un numeroso grupo de profesionales que durante dos jornadas se dedicaron a diseccionar el modelo de medicina actual, los males que le aquejan y a proponer una estrategia terapéutica idónea para ir a la raíz del problema. Los conferenciantes se dedicaron a analizar los síntomas visibles de un sistema de medicina que consideran industrializada y alejada del sentir de la gran mayoría de profesionales sanitarios y de las necesidades de los pacientes.
Pensar en voz alta, reflexionar y ser conscientes de todo aquello de lo que no se habla habitualmente ha sido una de las máximas de este encuentro, no en forma de lamento sino a través del intercambio de ideas que promuevan un movimiento de médicos comprometidos con el humanismo.
Queríamos visibilizar el sentimiento, en ocasiones de frustración, de los profesionales de la salud por no poder ejercer su vocación en un marco elegante y gentil, parafraseando a Víctor Montori en su libro ‘La rebelión de los pacientes’. El sistema a veces abusa de pruebas diagnósticas que, en ocasiones, no sirven para nada, como expuso Antonio Sitges. Ambos son médicos muy críticos con el modelo sanitario y autores de sendos libros de éxito en el actual panorama editorial.
Dado el contexto de aislamiento físico y social derivado de la crisis sanitaria, creímos oportuno poner sobre la mesa de debate cómo influyen las herramientas tecnológicas más comunes en el ejercicio de la profesión médica, en un momento en que la pandemia ha acelerado su uso y ha ayudado a conectar a médicos y pacientes. Otra cosa es cuando hablamos de aplicaciones más sofisticadas cuya utilización podría suponer un conflicto entre la ciencia y la ética.
Tampoco escapó a la reflexión la necesidad de practicar una medicina basada en el valor y en la evidencia científica, siempre que vaya acompañada de la observación del médico y se alinee con los deseos del paciente.
Estamos viviendo en la era de la industrialización y sus fallos han desembocado en una medicina que procesa al paciente en lugar de curarlo. El actual modelo sanitario, en opinión de Montori, es cruel no solo con los pacientes sino también con los profesionales de la salud, quienes, pese a las delicadas condiciones laborales, que se han ido ajustando a las necesidades del sistema, siguen cuidando de los pacientes.
Según el doctor Sitges, autor del libro ‘Si puede, no vaya al médico’ la medicina es una industria porque las empresas tecnológicas han tirado del carro del capitalismo y han invadido la medicina sin necesidad. Asegura que no somos conscientes de cómo técnicas sofisticadas de marketing introducen en la medicina prácticas que no son ni rentables ni benefician al enfermo. En su opinión, la sanidad no puede ser una industria y funcionar con los mismos parámetros que una fábrica o una planta de producción.
Medicina enferma
Los conferenciantes estuvieron de acuerdo en que la medicina está enferma, deshumanizada y digitalizada. Aunque la digitalización es útil y positiva en algunos casos, los profesionales nos recuerdan que el 75% de la información de la historia clínica proviene de una buena anamnesis y de la exploración del enfermo.
En el ámbito hospitalario, asistimos a la invasión de la medicina por parte de la industria tecnológica a través de las pruebas diagnósticas: mamografías, colonoscopias, resonancia magnética para el dolor lumbar, etc. Esto conlleva enormes gastos sin beneficio clínico evidente, según afirma el doctor Antonio Sitges. Quizá lo que haga falta es menos técnica y más contacto físico con los pacientes.
En general, existe mucha demanda de servicios sanitarios. En este contexto, se le exige al médico que trate rápidamente al paciente para pasar a la siguiente consulta. Hoy en día los centros de atención primaria no son lo que deberían: espacios de prevención y formación en hábitos de vida saludable. Hay muchos enfermos crónicos y consultas por patologías que en un 70% quedan sin resolver.
Para los participantes en Conversaciones con Hipócrates, en la actualidad triunfa la polimedicación y el farmacocentrismo, menospreciando los efectos secundarios de algunos medicamentos. Es necesario evitar el culto solo al fármaco y utilizar todos los recursos, nutracéuticos o terapias disponibles, que sean eficientes y respetuosas con el organismo. El actual modelo es muy resolutivo en problemas agudos, pero hay muchos pacientes crónicos que la única respuesta que reciben a su enfermedad son tratamientos farmacológicos de por vida.
La opinión generalizada es que la consecuencia más evidente de esta manera de proceder es que hemos dejado que el peso de la curación del paciente recaiga solo en el médico. Hemos abandonado la salud en manos del sistema, cuando debería ser una responsabilidad individual.
Propuestas de cambio
Tanto entrevistados como conferenciantes del I Encuentro online de médicos humanistas lanzaron una serie de propuestas para conseguir una medicina mejor, una medicina, en palabras del galeno comprometido Víctor Montori, cuidadosa y gentil basada en la evidencia científica. Montori apuesta por una medicina física y emocional que responda a la biología y biografía del paciente, y que este sea, junto al médico, el co-creador de su tratamiento. La atención a la salud del paciente debería parecerse más a un acto de amor que a la producción de un servicio.
Sobre cómo humanizar la sanidad, se habló de caminar hacia una medicina de presencia, integradora de lo bueno de la medicina moderna, la convencional y de todas aquellas terapias que puedan ayudar al paciente. Las enfermedades son multifactoriales y se tiene que trabajar en equipo para conseguir una unidad biológica, emocional, psicológica, social y espiritual.
Tiene que producirse también un cambio importante en el papel del paciente dentro del modelo sanitario. Necesita ir en busca de la salud y no esperar a que llegue la enfermedad. La función del médico no es eliminar el síntoma con fármacos sino curar enfermedades, y para ello es indispensable pasar tiempo con el paciente, y que este tome las riendas de su salud.
Si la prevención de la enfermedad es importante (trabajando sobre los factores de riesgo hasta el 80% de las patologías podrían evitarse), mucho más eficaz es la promoción de la salud. La atención primaria necesita una revolución. “No queremos ser un lugar de enfermedad, queremos hacer salud en la calle”, comentaba uno de los conferenciantes.
Coincidían todos en que tendríamos que volver a la medicina basada en el valor. Hay que tener en cuenta la evidencia científica, pero también la propia observación de los médicos, la experiencia clínica y los valores de los pacientes. Solo un 20% de la práctica médica dispone de la citada evidencia o pruebas. En algunos casos, además, se debería revisar el método utilizado en los estudios clínicos para evitar la aparición de conclusiones sesgadas. Esto pasa por reforzar la ética de la investigación y poner coto a los conflictos de interés.
Binomio tecnología y medicina
La irrupción de las nuevas tecnologías en forma de herramientas, aparatos o aplicaciones ha supuesto una revolución en el ámbito de la medicina. En algunos casos, industrializándola, en otros, ofreciendo al profesional sanitario la posibilidad de gestionar sus consultas (en el ámbito privado) y liberar parte de su tiempo para ofrecérselo al paciente, manteniendo con él un contacto más estrecho y frecuente o elaborando contenidos para la promoción de la salud.
Dentro de un entorno de discusión sana y necesaria, se manifestaron discrepancias durante la exposición de algunos novedosos avances técnico-científicos, que en algún momento fueron calificados de tecnodelirios.
Sea como fuere, quedó claro que hay que mantener el equilibrio entre riesgo y beneficio en la práctica de determinadas pruebas, como algunos estudios genéticos, cuya información, torticeramente usada, puede perjudicar aspectos de la vida de las personas. La ética debe primar sobre la tecnología y esta servir al ser humano y no al revés.
A quienes trabajan por cuenta propia, las nuevas tecnologías les han facilitado mucho el trabajo, al tener más tiempo para conciliar la vida laboral y familiar, algo que en el pasado ha sido difícil para una generación de médicos próximos ahora a la edad de jubilación. Ellos han tenido que gestionar su tiempo de la mejor manera posible compaginando todo los que les pedía su alma de médicos inquietos: formación, investigación, atención en la sanidad pública, consulta propia y su vida privada.
Es necesario que los profesionales sanitarios, sobre todo en el ámbito privado, adquieran competencias tecnológicas para mejorar su calidad de vida y también la relación médico paciente. Se pueden establecer sistemas de comunicación más frecuentes con las personas a través de consultas y seguimientos online para resolver dudas, ajustar tratamientos o enviar recetas telemáticas, por ejemplo. Cada médico tendrá que desarrollar su propio método.
La irrupción de las nuevas tecnologías ha traído un cambio en el papel del médico en su relación con el paciente. Ya no espera que esta acuda a su consulta, sino que ‘sale’ a buscarlo donde se encuentra, en internet. Actualmente, el 60% de la población utiliza este canal para informarse de asuntos relacionados con la salud. De ahí que algunos médicos aprovechen esta oportunidad para establecer un diálogo con los pacientes y ofrecerles información fiable sobre salud. Puede ser a través de un blog, formación en directo o vídeos grabados en su propia web. Lo sensato es que cada profesional de la salud adapte a su estrategia terapéutica las herramientas que tiene a su alcance.
En definitiva, hay que usar la tecnología, igual que la ciencia, con consciencia, ser abiertos de mente y respetuosos. De esta manera aprovecharemos las nuevas tecnologías para practicar una medicina más cercana y humana.
Segunda edición
Este I Encuentro Online de Médicos Humanistas no termina aquí. Ya estamos trabajando en la segunda edición que tendrá lugar en enero de 2022. Mientras tanto, Hipócrates estará presente en vuestras vidas como un susurro. Periódicamente os ofreceremos contenidos sobre medicina humanista a través de las redes sociales. Os pedimos, atención y complicidad.
Nos vemos pronto.