Mi marido padece desde hace años una enfermedad degenerativa y con él empecé a visitar médicos con una visión global de la salud en Barcelona. Hace unos años yo misma comencé a sentirme mal. Acudí a la medicina convencional y me realizaron una sería de analíticas y pruebas, pero me decían que todo estaba bien. Sin embargo, tenía muchas molestias, que no te matan, pero tampoco te permiten vivir bien.
Entonces fui consciente de que la solución a estos contratiempos dependía de mi, y comencé a pasar consulta con una doctora que me está tratando y aliviando unos achaques de salud, producidos por una situación de estrés crónico, que ya tenemos identificados: el virus del Epstein Bar Virus o mononucleosis infecciosa, tensión alta, osteoporosis, problemas cardiovasculares, alta oxidación, etc.
Al mismo tiempo, he entrado a formar parte de su Programa de Pacientes en el que estoy aprendiendo a manejar los problemas de salud. Por ejemplo, sé que hacer cuando tengo la tensión alta o gestionar el estrés para que no incida negativamente en mi bienestar. Es una manera de responsabilizarte y aprender qué puedes hacer por ti misma en lo físico, psíquico y emocional.
En las sesiones de ‘coaching’ que realizamos todos los jueves aprendemos a conocernos mejor en todos los aspectos, a ser más sinceras con nosotras mismas, a indagar en lo que nos pasa, y no sólo en el aspecto físico sino también en el emocional. Ahora me siento acompañada por la doctora y también por el resto de pacientes con las que comparto las sesiones.
Montse Florensa, 73 años.